viernes, 26 de diciembre de 2014

LA CIUDAD DORMIDA Y LA MAÑANA DE GRIEG

LA CIUDAD DORMIDA


La ciudad miraba  con ojos de repuesto todo aquello que volaba, MI FA SOL do

Tenía quince años, paseaba envuelta en un mundo mágico. La ciudad
era pequeña y tenebrosa. No quería ser conocida por jóvenes de alma azulada.

Yo buscaba mis espacios de silencio para sentir lo de siempre: las lunas, los astros, tu boca.

No quería ser vista por los bastones de mando, ni por la oscuridad de los conventos. Sentía el alma frágil en el silencio , re si la SOL la sí…

Tenía el alma cogida en un puño de la época. Eran los hábitos que bailaban al compás de entonces, un 3x4, seguramente…marchitándose en duras ideologías que quedaron acalladas en unos años, mi re do

Yo iba de un lado a otro con mi música. Aquellos sonidos escuchados por muy pocos, SOL SOL fa mi re…Un paso, otro y otro. Pero era la ciudad de los bastones de mando que me insultaron. Si, bastones de mando.

Ruidos, ruidos. La ciudad envolvía en ruidos. Y había días en que sentía  el silencio y la paseaba desde allí fa SOL fa mi re mi…y descubrí multitud de pajarillos que cantaron conmigo, desde sus arboledas…

Y  entre viaje y viaje de los mayores,  fui naciéndome  a mí misma…

A veces, un hilo caía del cielo y me elevaba. Era mejor que el turrón de
Navidad. Sol la si do, sol la si do….

Algunos días, la ciudad  volvía sus esquinas del revés. Obligaba a perderse en Grieg  re si re si la Sol …Ni siquiera había nacido allí. Sin embargo, quiso quedarse en  la sombra de mis huesos, como  una canción de inivierno,   SOL mi re Sol  fa mi re do


Ánllels ( del libro de poemas La Luz de la Luciérnaga)


Nota: Los trozos de partitura que incluye este relato poético y musical, son para ser  tocados en la guitarra...ese instrumento y no otro es el que le imprime el carácter correcto del relato......Un abrazo de corazón. Anllels






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